Ya es sabido el poder curativo de los productos de las colmenas de abejas: jalea real, propolis, miel, cera, polen, pan de abeja, larvas de zángano, veneno de abeja,… Todos estos productos están más que estudiados y se han demostrado sus propiedades como antivirales, antiinflamatorios, antitumorales, analgésicos y mucho más.

La colmena es el botiquín de la naturaleza. Con la técnica de Aire de Colmena, los compuestos volátiles de la colmena son más asimilados, ya que pierden propiedades al no pasar por el estómago ni hacer la digestión. Las propiedades de los mencionados productos pasan al aire y nosotros con una manguera y una mascarilla respiramos 20 o 30 minutos y pasan a nuestros pulmones y en 10 min pasan a la sangre, no

hay la necesidad de digerirlos. Siempre que se manipulan los productos de las abejas (miel, propolis, jalea real, polen, pan de abeja, cera, etc.) pierden propiedades, se oxidan. Todos estos productos se evaporan en una gran cantidad de compuestos orgánicos volátiles (terpenos, citocromos, feromonas, antioxidantes, fenoles, etc.), hemos encontrado más de compuestos que nuestro cuerpo asimila con gran facilidad sin necesidad de gastar mucha energía en metabolizarlo.

Tenemos más de 40.000 abejas trabajando para preparar estas substancias, tenemos las larvas de abejas, en el microclima más aséptico que en una sala de operaciones. Con el sistema de aire de colmena, no molestamos a las abejas y es la manera más natural de poder conseguir moléculas volátiles, antioxidantes, antiinflamatorios, broncodilatadores, que están en la colmena y de otra manera no los tendríamos.

La membrana mucosa del tracto respiratorio.

Epitelio ciliar de la membrana mucosa. Todos los días inhalamos y exhalamos unas 20.000 veces. Con cada respiración, numerosas partículas de polvo diminutas y gotitas, contaminantes irritantes y patógenos microscópicamente pequeños (bacterias, hongos o virus) pueden ingresar al tracto respiratorio. Por este motivo, todo el tracto respiratorio (excluyendo la faringe, la epiglotis y las cuerdas vocales) está revestido por una membrana mucosa altamente especializada diseñada para proteger nuestros órganos respiratorios de sustancias nocivas.

La membrana mucosa en las vías respiratorias consiste en el llamado epitelio ciliar. Esta es una verdadera alfombra de millones de células con pelos en movimiento, los cilios. En el medio hay células caliciformes individuales que forman moco. Estos producen una mucosidad acuosa y transparente que se extiende sobre la alfombra celular, humedeciendo toda la superficie de la mucosa y manteniéndola constantemente húmeda. En esta película

protectora, los cilios se mueven como una ola hacia la garganta, baten continuamente unas 1000 veces por minuto. Las pequeñas partículas (como partículas de polvo y bacterias) se adhieren a la membrana mucosa húmeda y luego son levantadas por los cilios que golpean rítmicamente como en una cinta transportadora. Transportado en dirección a la garganta.

Cuando alcanzan la faringe, las sustancias extrañas que se encuentran en el moco generalmente se ingieren involuntariamente en el estómago.

Solo cuando los cilios son perturbados en su función o destruidos, por ejemplo, las más frecuentes; fumar cigarrillos, una infección similar a la gripe, tos, asma, alergias, etc. La terapia de Aire de Colmena es como una limpieza y desinflamación bronquial.